Power Trip se duplicó como la fecha final (por ahora) de la gira Future Past de Iron Maiden. Se apegaron a la misma lista de canciones, que incluye en gran medida «Somewhere in Time» de 1986 y «Senjutsu» de 2021. Fue un movimiento característicamente audaz y, francamente, desafiante para un festival, especialmente para el público general, para quien la banda parecía mosquitos. Entonces, Maiden hizo un trato implícito con el público: si le regalaban a la banda un puñado de temas épicos de larga duración de «Senjutsu» en la primera mitad de la actuación, la doncella de hierro los recompensaría con una serie de clásicos de los 80 y cortes profundos. La banda se incendió durante «Can I Play With Madness» y dirigió a la multitud en un canto atronador durante «Heaven Can Wait», que también incluyó un tiroteo futurista entre Dickinson y su imponente mascota Eddie. Según se ve en lor registros, Dickinson estaba de muy buen humor, burlándose de la multitud obscenamente lejana («¡Di algo! ¡Tóm

Poco se puede decir que no se haya dicho ya, máxima expectación por ver a AC-DC tras casi una década en la que no se sabia que iba a pasar con Brian Johnson y con el grupo en general.  Me hubiera gustado ver a la batería a Chris Slade en vez a Matt Laug, una mera cuestión nostálgica, ya que la actuación de la nueva cara en la banda fue perfecta. En el tema del repertorio, ya sabéis, algo del nuevo disco y el resto clásico tras clásico, con el orden final del show, prácticamente inamovible desde tiempos pretéritos. Brian, pese a poner toda la carne en el asador, tiene problemas para encarar los tonos en algunos temas, pero sale airoso de esta prueba de fuego.  A Angus se le nota la edad, pero no la perdida de energía. A sus 68 años aun es capaz de tocar repertorios por encima de los 20 temas, mas de dos horas de música en un bootleg con muy buen sonido y que desde luego hará historia, ya que la expectación generada en este festival por la vuelta de los australianos ha sido enorme, mucha